Estimados
amigos y clientes,
Esperamos
que sigáis bien y que también lo estén vuestros familiares y amigos.
Estamos
entrando en los días más complicados de la crisis sanitaria. Mientras buscamos
algún signo positivo en el horizonte, a nuestro alrededor las noticias que
tenemos corresponden con el peor momento de la tragedia que estamos viviendo.
Desgraciadamente, eso que en las estadísticas y en los gráficos se llama “el
pico” es también el momento de mayor horror colectivo por el que tenemos
necesariamente que pasar
Las
noticias sobre la evolución de la epidemia en el mundo siguen siendo negativas
en términos agregados pero ahora ya se han tomado medidas y, de momento, no se
ve una gran aceleración en los crecimientos diarios. La mejor noticia es la desaceleración
que lleva dos días confirmándose en Italia que es espejo de España.
En
España seguimos con crecimientos elevados de contagiados y de fallecidos.
Respecto a los contagiados puede empezar a influir que haya cambiado la
política y se estén realizando más tests, lo que sería bueno, pero respecto a
las cifras de fallecidos no hay consuelo aunque se espera que empiecen a
reducirse antes de llegar a los niveles de Italia. Todavía tenemos más
pendiente, si consideramos los mismos días desde el principio en cada país, y
cortar esa curva debe ser el único objetivo de cualquier responsable político y
sanitario en España.
En
Europa los contagios continúan creciendo, pero, de momento, no con datos tan
malos como los nuestros. Sigue sorprendiendo positivamente la capacidad de
Alemania de mantener muy baja su tasa de fallecimientos. Incluso en Estados
Unidos, donde también están entrando en su peor momento, la tasa de
fallecimientos, por ahora, está creciendo a un ritmo menor que en España o en
Italia.
Respecto
a la economía, hay más especulación que información respecto de la caída de la
actividad y el posible nivel de la recuperación posterior. Lo que se sabe es
que China ya se está poniendo en marcha y que en Occidente se han prometido y
aprobado grandes planes de ayuda. La idea es combinar ambiciosas medidas
fiscales con una actuación sin límite de los bancos centrales. La mayoría de
expertos coincide en su suficiencia siempre que se mantenga la voluntad
política de aplicar las medidas de forma coordinada y desideologizada.
Respecto
al Consejo de Ministros de ayer, desafortunadamente, no se ha aprobado ninguna
modificación respecto de las normas fiscales y de Seguridad Social de manera
que la suspensión y la interrupción de los plazos a que se hace referencia en
el RDL 8/2020, no afecta a los plazos de presentación e ingreso de las
autoliquidaciones y declaraciones tributarias ni a los supuestos de afiliación,
liquidación y cotización de la Seguridad Social.
En
consecuencia el Gobierno ha cerrado la puerta a aprobar una moratoria
generalizada que retrase la declaración y pago de impuestos como consecuencia
de la crisis del coronavirus. El Ministerio de Hacienda considera que las
medidas adoptadas (exclusivamente el aplazamiento de deudas tributarias sin garantías
por 6 meses para empresas con facturación inferior a 6 millones de euros) son
suficientes y no se plantea aprobar ninguna prórroga tributaria.
Se
confiaba que se reconociese la dificultad, más allá de los motivos económicos y
financieros, por razones logísticas de realizar la declaración y el pago de los
impuestos, ya que la declaración del IVA, el IRPF o los pagos fraccionados del
IRPF o Impuesto sobre Sociedades del primer trimestre del año requiere
recopilar toda la información de facturas, nóminas, gastos, etc, coincidiendo
con el estado de alarma ya que muchas empresas han cerrado por decreto del
Gobierno, y otros realizan teletrabajo, lo que complica y dificulta mucho la
tarea de recoger y procesar todos esos datos.
En
consecuencia el Gobierno ha considerado que el aplazamiento que aprobó
inicialmente, de hasta 30.000 euros, es suficiente medida de apoyo a los
autónomos y pymes. El resto, si tienen problemas de liquidez para el abono de
impuestos, tiene a su disposición una línea de avales de hasta 20.000 millones
de euros en el ICO, que se irán ampliando hasta llegar a los 100.000 millones
anunciados para paliar la drástica caída de la actividad
Efectivamente
el Consejo de Ministros aprobó ayer el Acuerdo que recoge las características
del primer tramo, por importe de hasta 20.000 millones de euros, de la Línea de
Avales para empresas y autónomos, recogida en el Real Decreto Ley 8/2020 de medidas
urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del
COVID-19.
El
Gobierno da así cumplimiento al compromiso de poner en marcha las medidas
necesarias para garantizar a las empresas su liquidez y preservar la actividad
productiva y el empleo.
Con
este objetivo, la Línea de Avales garantizará los nuevos préstamos y las
renovaciones concedidas por entidades financieras a empresas y autónomos para
atender las necesidades de financiación derivadas, entre otros, de pagos de
salarios, facturas, necesidad de circulante u otras necesidades de liquidez, incluyendo
las derivadas de vencimientos de obligaciones financieras o tributarias. Esta
Línea de avales será gestionada por el Instituto de Crédito Oficial, en
colaboración con las entidades financieras.
Las
características de la Línea de Avales son:
1.
La Línea de Avales
se aprobó con una dotación de hasta 100.000 millones de euros. El primer tramo
que se ha activado hoy tiene un importe de 20.000 millones de euros, de los
cuales el 50% se reservará para garantizar préstamos de autónomos y pymes.
2.
Podrán solicitar
estos avales las empresas y autónomos afectados por los efectos económicos del
COVID-19, siempre que los solicitantes no estuvieran en situación de morosidad
a 31 de diciembre de 2019 y en procedimiento concursal a 17 de marzo de 2020.
Los avales tendrán carácter retroactivo y podrán solicitarse para las
operaciones formalizadas con posterioridad a la entrada en vigor del Real
Decreto-ley 8/2020, que se produjo el pasado día 18 de marzo.
3.
El aval garantizará
el 80% de los nuevos préstamos y renovaciones de operaciones solicitadas por
autónomos y pymes. Para el resto de empresas, el aval cubrirá el 70% del
préstamo nuevo concedido y el 60 de las renovaciones.
4.
El aval emitido
tendrá una vigencia igual al plazo del préstamo concedido, con un plazo máximo
de cinco años. El coste del aval, de entre 20 y 120 puntos básicos, será
asumido por las entidades financieras.
5.
Las empresas y
autónomos interesados podrán solicitar la garantía para sus operaciones hasta
el 30 de septiembre de 2020. Para ello, deberán dirigirse a las entidades
financieras con las que el ICO haya suscrito los correspondientes acuerdos de
colaboración.
6.
Las entidades
financieras se comprometen a mantener los costes de los nuevos préstamos y de
las renovaciones que se beneficien de estos avales en línea con los costes
aplicados antes del inicio de la crisis del COVID-19. También asumen el
compromiso de mantener, al menos hasta el 30 de septiembre de 2020, los límites
de las líneas de circulante concedidas a todos los clientes y, en particular, a
aquellos clientes cuyos préstamos resulten avalados.
A
falta de una explicación por parte del Gobierno, parece que lo que se pretende
es una movilización de recursos del sector privado (entidades financieras) a
las empresas y autónomos en forma de préstamos (financiación) para que las
empresas abonen los impuestos que les correspondan al Estado y que éste destine
los recursos obtenidos a las empresas y autónomos en forma de ayudas y
prestaciones sociales (desempleo, sanidad, etc).
Resumiendo
(i) movilización de recursos privados a empresas en forma de financiación, (ii)
movilización de dichos recursos al Estado y (iii) movilización de recursos
públicos devolviéndolos al sector privado.
En
términos de déficit, esta solución es más efectiva para Hacienda, ya que los
avales no suponen movilización de dinero y no generan problemas de déficit. Los
avales sirven como garantía a los bancos cuando estos concedan financiación,
por lo que solo tendrán un coste para el Estado si las empresas entran en mora
por cierre o concurso que, en cualquier caso, no se produciría con carácter
inmediato. Con esta solución de obligar al pago de impuestos, Hacienda y la
Seguridad Social consiguen un flujo de liquidez desde el sector privado
productivo, que será movilizado directamente desde la deuda bancaria.
En
definitiva los impuestos no se le deben a Hacienda (como hubiera sido con la
prorroga o suspensión de los plazos tributarios) sino a los bancos.
Por
tanto, nuestra recomendación es que os pongáis en contacto con vuestras
entidades financieras para solicitar con carácter inmediato la correspondiente
financiación con cargo a la línea de avales concedida por el Estado a través
del ICO. Serán las entidades financieras las que os informarán y detallarán los
requisitos y condiciones de dicha financiación.
Desde
Climsa Asistencia Tecnica S.L. estaremos al tanto y pendientes de dichas condiciones
para ayudaros en todo lo que sea necesario y a vuestra entera disposición para
todo lo que preciséis.
Seguiremos
en contacto
Mucha salud, mucho
ánimo, mucha paciencia y muy fuerte abrazo